La malaquita es un carbonato hidratado verde de cobre, que cristaliza en formas botroidales o en fibras radiantes.
Su nombre deriva del francés malachite, que a su vez procede del latín malachyte, usada por Plinio para describir una piedra verde.
Es una mena muy importante de cobre, pero también ha sido utilizada en joyería y como material ornamental, no solo en pequeños objetos decorativos sino también en construcción de palacios o monumentos, destacando las espectaculares columnas de la catedral de San Isaac (San Petersburgo) o las del templo de Diana de Éfeso, que en la actualidad se encuentran en Santa Sofía (Estambul).
Antiguamente también se utilizó como colorante para obtener el verde montano, identificada incluso en pintura en el antiguo Egipto.
Los yacimientos más importantes de este mineral están en Colombia, República Democrática del Congo, Sudáfrica, Zimbabue, Rusia, Namibia, Hungría, Estados Unidos o China.
MINERGAL dispone de un ejemplar de este mineral procedente de la Mina Midingi, Kolwezi, Kananga, de la República Democrática del Congo.